Danzón con aires novedoso
Pueden adquirir el disco en la siguiente página:
http://www.urtextonline.com/nuevo/product_info.php?products_id=788&osCsid=a2544a41ec57f50a771164e2367a8be9Grupo que investiga y difunde la música tradicional mexicana, Zarahuato ha dedicado su disco más reciente al danzón. Arpa, violín, bajo quinto, carapacho, tiple, arpa, mandolina, voz y otros instrumentos hacen de Danzones (Instituto Mexicano de la Juventud) un encuentro fresco con este género, lo mismo que el chotís y el paso doble.
Mariano Herrera, ejecutante del bajo quinto, cuenta que en su investigación se encontraron con el danzón y decidieron tocarlo con instrumentos típicos de nuestra música. Algunos de ellos, afirma, “son como los que se utilizaban en las orquestas del siglo XIX, que fue cuando el danzón llegó a México. Con instrumentos viejos quisimos hacer una propuesta nueva”.
La violinista Yasbil Mendoza explica que el género no es exclusivo de las danzoneras y que se toca en toda la república. “Cada quien lo toca según sus tradiciones. En el caso del Distrito Federal con mayor frecuencia las danzoneras tocan en las plazas, lo que ha vuelto al género una tradición de la ciudad. Para nosotros el disco es como representar la identidad del chilango a través del danzón”.
El repertorio tiene la particularidad de incluir géneros que provienen de otros países, agrega Yasbil. “El danzón vino de Cuba, el paso doble de España y el chotís supuestamente es de Escocia. Pero el mexicano siempre retoma los géneros y los hace como quiere, los hace suyos y les da su sello particular”. A los cubanos les ha encantado su forma de tocar, pues aseguran que es como un puente que une al danzón cubano con el danzón mexicano. Óscar González, intérprete del guitarrón, dice que es casi imposible encontrar un grupo que toque el danzón así. “Cuando tocamos, de repente la gente ve a un grupo de músicos con instrumentos de cuerda y se sorprende”.
Para Zarahuato el danzón no es una música de viejos, como lo prueba la juventud de sus integrantes. Elizabeth Pacheco considera que el tocar esta música les permite conectarse con nuestra identidad. “El bagaje cultural te da suelo y herramientas para poder enriquecerte al contacto con otros músicos”.
Xavier Quirarte La violinista Yasbil Mendoza explica que el género no es exclusivo de las danzoneras y que se toca en toda la república. “Cada quien lo toca según sus tradiciones. En el caso del Distrito Federal con mayor frecuencia las danzoneras tocan en las plazas, lo que ha vuelto al género una tradición de la ciudad. Para nosotros el disco es como representar la identidad del chilango a través del danzón”.
El repertorio tiene la particularidad de incluir géneros que provienen de otros países, agrega Yasbil. “El danzón vino de Cuba, el paso doble de España y el chotís supuestamente es de Escocia. Pero el mexicano siempre retoma los géneros y los hace como quiere, los hace suyos y les da su sello particular”. A los cubanos les ha encantado su forma de tocar, pues aseguran que es como un puente que une al danzón cubano con el danzón mexicano. Óscar González, intérprete del guitarrón, dice que es casi imposible encontrar un grupo que toque el danzón así. “Cuando tocamos, de repente la gente ve a un grupo de músicos con instrumentos de cuerda y se sorprende”.
Para Zarahuato el danzón no es una música de viejos, como lo prueba la juventud de sus integrantes. Elizabeth Pacheco considera que el tocar esta música les permite conectarse con nuestra identidad. “El bagaje cultural te da suelo y herramientas para poder enriquecerte al contacto con otros músicos”.
Fuente: http://impreso.milenio.com/node/8507276